martes, 11 de febrero de 2014

Toca ... Vivir

Sorpreshola¡
¿Qué tal estáis? A buen seguro que la energía os rebosa, las agendas están a tope y la semana parece encauzada hacia una meta segura... ¡a pesar de todo¡.
Y digo lo de a pesar de todo, por que la semana presenta unas condiciones meteorológicas que, o cambian mucho, o me temo no van a prestar ayudar a facilitar ciertas tareas.
Ya sabemos que el día 14 de Febrero es San Valentín. Felicidades para quienes celebran su santo y especialmente a mi amiga Valentina.
Hoy os voy a poner algo que a mí personalmente me gusta mucho. Puede parecer un poco largo, ¡pero es que  yo creo que merece la pena¡¡, jajajajaja.
  Para l@s enamorad@s, l@s indecis@s, l@s segur@s... ¡Juzguen ustedes mismos¡ y tened claro que, pese a todo,  en la vida, toca... vivir.

Pese a no ser demasiado viejo, estaba en mal estado. Su fachada había desmejorado considerablemente, ya no lucía con el esplendor de antaño. Las puertas encajaban con dificultad y los ventanales habían quedado destrozados, como si hubiera pasado un huracán, igual que el techo. Los cristales, despedazados en el suelo, era el símbolo claro de quienes habían decidido destruirlo haciendo de ello su máxima diversión.
A pesar de todo, resistía. Su dureza se tambaleaba con los cimientos, pero no caía. Seguía erguido y recto para ver pasar, la vida y los momentos. Con el paso del tiempo y sin explicación lógica aparente, se fue componiendo. La vivienda tenía tantos cuartos que casi podría habitar un país entero. Tantos y tan diferentes...de tamaño, de estructura, de ubicación...Pero los inquilinos que llegaron era lo que realmente lo hizo tan especial. Aquello tenía algo mágico, leyenda de fantasma tal vez, eso se intuía nada más mirar su destrozado interior, o quizás el misterio con el que siempre se había mantenido, misterio o precaución, pero con mucho mimo, tacto y cuidado. Estaba claro que había que hacerlo bien. Cuando los inquilinos comenzaron a llegar, rápidamente podían intuir que el hogar podría ser cómodo pero también se percibía una extraña presencia. La primera en llegar fue  Tristeza, quien hábil se instaló en el mejor cuarto. El más amplio y luminoso. Hacia el infinito podría verse desde la ventana del cuarto que eligió.  Pereza entró después y optó por quedarse en el cuarto más pequeño, de iluminación escasa y dimensiones justas. Casi no salía de su guarida. Sólo se la podía ver cuando acechaba el sueño.  Egoísmo quedó impresionado por el inmueble, pero los vecinos que ya habitaban decidieron no aceptarlo entre ellos. Honestidad fue la tercera en llegar. También eligió un cuarto amplio y luminoso pero el infinito no podía alcanzarse desde su ventanal. Todos convivían con armonía en el inmueble que parecía, poco a poco, volver a tener esplendor en su fachada.
Un buen día, un matrimonio joven decidió visitarlo para poder rentar, o no, uno de sus cuartos. Los que quedaban libres eran demasiado pequeños para dos, entonces Tristeza decidió dejar su cuarto a sus nuevos compañeros y se instaló en un cuarto lúgubre, pequeño y situado en una planta fría del inmueble. Pero sus nuevos compañeros parecían agradables y pensó que el sacrificio valdría la pena. Cargados de colores e ilusiones llegaron Alegría y Optimismo que se acomodaron en el cuarto y no dudaron en agradecer a Tristeza el sacrificio que había hecho. Para compensarla trajeron un presente. Un elixir exótico como pocos, agradable como nada y difícil de encontrar, se llama felicidad.Cuando Tristeza se embriaga de este líquido mágico, la sonrisa aparece en su rostro y desde entonces , sus compañeros la llaman Nostalgia.
Con todos en la casa no había cabida para nada más. Aburrimiento no pudo entrar, pues el último cuarto lo rentó  Gratitud. Una habitación modesta pero coqueta, como andaba buscando. La convivencia se consolidaba día tras día. Tanto empeño pusieron en levantar aquel abandonado lugar, que en poco tiempo pasó a ser un auténtico palacio. Todos cuidaban su cuarto con esmero y paciencia, componiendo desde el más pequeño de los rincones hasta el más alto de los techos...El esplendor, había vuelto.
Aún así, en las charlas nocturnas después de las largas jornadas, los inquilinos comentaban la extraña presencia que en ocasiones habían notado. Incluso la pereza, que no se dejaba ver, se había percatado de la extraña presencia. Hablaban de sensaciones, de magnetismo, de templanza, de sabiduría, de paciencia pero sabían que ninguno de ellos mostraría su presencia en sicofonías, porque habrían cobrado estado físico desde el primer momento.
La presencia extraña fue para ellos un fanstasma con un objeto punzante, una flecha, como dijo Optimismo pero envuelto con un halo de templanza, sabiduría, magnetismo y paciencia, por eso no podrían averiguar de qué se trataba exactamente.
Un buen día Tristeza se embriagó de felicidad y se tornó en Nostalgia. Ebria del regalo de sus compañeros, comenzó a analizar al fantasma y con una sonrisa más amplia, tuvo claro de qué se trataba...¡¡Era Amor¡¡¡, había habitado en el inmueble, vagando de cuarto en cuarto y perdiendo un poco de su esencia en cada uno de ellos, de ahí que todos notaran su presencia. Se había dormido con la flecha y la templanza. Estaba demasiado solo en la casa y optó por tornarse invisible. Pero ,con la llegada de sus nuevos vecinos, sentía ganas de hacerse visible, de convivir con ellos de manera física, de ser sentido y entendido.
Nunca había tenido esa sensación...lo único que sabía Amor, es que era tiempo de disfrutar, de andar por ahí, como siempre había querido, sin estar oculto, de convivir con dos compañeros más, Respeto y Sinceridad, otro matrimonio que adaptó una de las zonas comunes del inmueble como cuarto donde vivir.
Ahora, Amor ya no se esconde. Es estado físico, se puede ver, se puede tocar y se puede sentir. Como siempre anheló, desde su inicio.
Pasado un tiempo, no sólo se pudo ver la reconstrucción completa del lugar, sino también la ampliación de cuartos que hicieron. Por esta razón llegaron nuevos inquilinos como Gratitud, Confianza, Entusiasmo, Serenidad, Bondad y Aplomo...
...Gracias a la magia de Amor, que atrajo a todos ellos, están ahí, serenos y guardianes celosos unos de otros, disfrutando de los paisajes bellos hasta el infinito que se pueden ver desde los ventanales de la casa, conviviendo en el inmueble más fuerte y bello que existe, el Corazón.

Feliz semana¡¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario