jueves, 24 de abril de 2014

Miércoles, sólo Miércoles

Sorpreshola¡¡¡:
¡¡¡Cuánto tiempo sin pararme un ratito por aquí para poder escribir unas pocas líneas¡¡¡. La verdad es que entre unas cosas y otras, no he podido hacerlo. Espero que en este tiempo todo, absolutamente todo, os haya ido de maravilla.
Es un poco tarde, lo sé, soy consciente… a veces esto de la tecnología falla demasiado y no nos permite poder conectar nuestros pcs, tablets, y demás cacharros electrónicos para llegar a tiempo de hablar sobre cualquier tema... uuuppppsssss ¡¡¡horror¡¡¡¡.
No obstante, a mí me gustaría evocar un día súper especial para mí desde hace ya…¡¡ unos cuántos años¡¡…
Acabamos de pasar la semana santa, unos días que  para muchas personas tiene un significado especial… tanto, que a veces cuesta creerlo… Si me pierdo en época de semana santa, que me busquen en Sevilla y si es miércoles santo, creo que sabrían hasta la calle donde me puedo encontrar.
Cuando escucho “Semana Santa”, tengo clara mi primera imagen, después , se suceden el resto de ellas. Llegan a mi memoria las veces que he visto la Macarena, el Gran poder en el museo, la Esperanza en el puente, los gitanos en Dueñas, la candelaria en los jardines de murillo, los estudiantes de regreso a su capilla, Pasión saliendo del Salvador  o el museo a su salida. Pero el miércoles Santo, es el miércoles santo.
De oídas, me cuentan, me contaron, me llegaron noticias(dimes o diretes, no lo sé), que el miércoles es el día que salen los crucificados de Sevilla…También que un miércoles santo nunca llueve y yo he comprobado que dos años no se ha cumplido el dicho, pues ya sabemos que el cielo cumple a su antojo los caprichos meteorológicos.
Esos dos años se quedaron en casa las cofradías que habrían de realizar su estación de penitencia, pero aún así cumplí con mi promesa con el Señor del Buen Fin de la calle San Vicente y me fui hasta el convento de San Antonio para verlo.
Decir Buen Fin, es decir muchas cosas…demasiadas,  ¿Será que siempre la orden franciscana ha estado presente en mi vida de una u otra manera? ( mi E.G.B…wowwwww, qué raro suena eso…discurrió en un colegio de esta orden). Es decir paz y bien, franciscanos, voluntad y sobre todo es mirar la cara de entrega y resignación que tiene esa talla pequeña (no es tan impresionante como otros pasos de Cristo )y que transmite algo muy, muy especial.
Especial¡¡¡…. como lo ha sido el momento de verlo salir este año, casi en la esquina de siempre, con tanto ambiente como siempre, a la misma hora de siempre, con la devoción y el respeto de siempre, con la misma promesa de siempre  y con la compañía que no había tenido nunca.
Para que juzguéis... aunque no son muy buenas¡¡¡, imágenes del ecuador de la semana santa
Nazareno del Buen Fin hacia San Antonio


Cristo del Buen Fin en el Convento de San Antonio de Padua

Detalle del palio de Ntra. Sra. de la Palma Coronada



La cruz de guía se pone en la calle, nazarenos franciscanos preceden al paso y unos instantes después... el paso de Cristo está en la calle¡¡… Avanza por la calle San Vicente, despacio, y mientras se acerca, parece susurrarme calma para mis angustias, tranquilidad a mis pesares y alegrías para mis desconsuelos. Llega el momento de hablarte, de pedirte y de darte las GRACIAS eternas, siempre GRACIAS.
Doblando el famoso “Bar Rodriguez” enfila la cofradía para cumplir su estación de penitencia un año más. Un año más, yo he cumplido mi promesa de ver tu Buen Fin por las calles de Sevilla.Un año más, se me nublan los ojos y se anuda mi garganta... Acaba de iniciar su recorrido y mi corazón ansía ya el próximo miércoles Santo.


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