Sorpreshola¡¡¡:
¡¡¡Cuánto tiempo sin pararme un ratito por aquí para poder
escribir unas pocas líneas¡¡¡. La verdad es que entre unas cosas y otras, no he
podido hacerlo. Espero que en este tiempo todo, absolutamente todo, os haya ido
de maravilla.
Es un poco tarde, lo sé, soy consciente… a veces esto de la
tecnología falla demasiado y no nos permite poder conectar nuestros pcs,
tablets, y demás cacharros electrónicos para llegar a tiempo de hablar sobre
cualquier tema... uuuppppsssss ¡¡¡horror¡¡¡¡.
No obstante, a mí me gustaría evocar un día súper especial
para mí desde hace ya…¡¡ unos cuántos años¡¡…
Acabamos de pasar la semana santa, unos días que para muchas personas tiene un significado
especial… tanto, que a veces cuesta creerlo… Si me pierdo en época de semana
santa, que me busquen en Sevilla y si es miércoles santo, creo que sabrían
hasta la calle donde me puedo encontrar.
Cuando escucho “Semana Santa”, tengo clara mi primera imagen,
después , se suceden el resto de ellas. Llegan a mi memoria las veces que he
visto la Macarena, el Gran poder en el museo, la Esperanza en el puente, los
gitanos en Dueñas, la candelaria en los jardines de murillo, los estudiantes de
regreso a su capilla, Pasión saliendo del Salvador o el museo a su salida. Pero el miércoles
Santo, es el miércoles santo.
De oídas, me cuentan, me contaron, me llegaron
noticias(dimes o diretes, no lo sé), que el miércoles es el día que salen los
crucificados de Sevilla…También que un miércoles santo nunca llueve y yo he comprobado
que dos años no se ha cumplido el dicho, pues ya sabemos que el cielo cumple a
su antojo los caprichos meteorológicos.
Esos dos años se quedaron en casa las cofradías que habrían
de realizar su estación de penitencia, pero aún así cumplí con mi promesa con
el Señor del Buen Fin de la calle San Vicente y me fui hasta el convento de San
Antonio para verlo.
Decir Buen Fin, es decir muchas cosas…demasiadas, ¿Será que siempre la orden franciscana ha
estado presente en mi vida de una u otra manera? ( mi E.G.B…wowwwww, qué raro
suena eso…discurrió en un colegio de esta orden). Es decir paz y bien,
franciscanos, voluntad y sobre todo es mirar la cara de entrega y resignación
que tiene esa talla pequeña (no es tan impresionante como otros pasos de Cristo
)y que transmite algo muy, muy especial.
Especial¡¡¡…. como lo ha sido el momento de verlo salir este
año, casi en la esquina de siempre, con tanto ambiente como siempre, a la misma
hora de siempre, con la devoción y el respeto de siempre, con la misma promesa
de siempre y con la compañía que no
había tenido nunca.
Para que juzguéis... aunque no son muy buenas¡¡¡, imágenes del ecuador de la semana santa
Nazareno del Buen Fin hacia San Antonio |
Cristo del Buen Fin en el Convento de San Antonio de Padua |
Detalle del palio de Ntra. Sra. de la Palma Coronada |
La cruz de guía se pone en la calle, nazarenos franciscanos
preceden al paso y unos instantes después... el paso de Cristo está en la calle¡¡…
Avanza por la calle San Vicente, despacio, y mientras se acerca, parece
susurrarme calma para mis angustias, tranquilidad a mis pesares y alegrías para
mis desconsuelos. Llega el momento de hablarte, de pedirte y de darte las
GRACIAS eternas, siempre GRACIAS.
Doblando el famoso “Bar Rodriguez” enfila la cofradía para
cumplir su estación de penitencia un año más. Un año más, yo he cumplido mi
promesa de ver tu Buen Fin por las calles de Sevilla.Un año más, se me nublan
los ojos y se anuda mi garganta... Acaba de iniciar su recorrido y mi corazón
ansía ya el próximo miércoles Santo.
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