lunes, 14 de septiembre de 2015

Arte entre luces.

Sorpreshola¡¡
Feliz inicio de semana para tod@s, de forma especial para quienes cumplen años en estos días, quienes inician sus vacaciones, quienes se incorporan a un nuevo trabajo, quienes unen sus vidas a las de otras personas y para quienes simplemente siguen esperando hacer realidad su sueño.
Este fin de semana, hemos tenido el priviligio de pisar las calles de Toledo para contemplar uno de sus espectáculos de proyección de luces y sonidos.
Solamente es espectacular, fantástico¡¡¡¡ (Os pondré algunas imágenes, aunque la calidad, no sea demasiado buena¡¡¡). Merece la pena la espera y la búsqueda del lugar donde poder verlo, porque a pesar de haber cuatro emplazamientos diferentes, era casi imposible avanzar entre la muchedumbre que abarrotaba las calles del casco antiguo.
Uno de los mejores conservados del mundo-por no decir el mejor- de la que fuera ciudad imperial durante la corte de Carlos I, por haber sido sede principal de la misma.
Y es que decir Toledo es decir muchas cosas. Por cierto que, además de la capital de Castilla la Mancha, podemos encontrar muchas ciudades que llevan el mismo nombre ( en Illinois, Ohio, Oregón, Iowa, Canadá, Brasil, Portugal, Colombia, Filipinas y dentro del territorio nacional, creo recordar que en más de una provincia hay municipios que llevan este nombre también). Cierto y verdad que ninguna de ellas, excepto la que acogió la magia de la convivencia de las tres culturas (cristianos, judío y mozárabes) es  Patrimonio de la Humanidad  desde 1986 y conjunto histórico artístico desde 1940.
Y por su puesto que, en ninguna otra podemos encontrar imágenes como estas
Puerta del Sol. S. XIV

Fachada del convento Carmelitas Descalzos

Catedral. S. XIII

Catedral. S. XIII

Decir Toletum es referirnos al primer término que hace referencia a esta ciudad. Decir Tulaytulah es referirse a la misma en árabe. En judeoespañol, Toldoth y en mozárabe hay que referirse a ella como Tolétho... y todas son la misma... ese Toledo de encanto y magia a quien celosamente custodia el alcánzar flanqueado por sus torres. Cada paseo, tiene una imagen nueva, una anécdota para añadir y un descubrimiento más.
A buen seguro que, Doménikos Theotokópulos, no imaginó nunca la embergadura que su obra tendría y la repercusión de la misma, cuando se estableció en Toledo allá por 1577.
Este pintor, nacido en 1541 en la ciudad de Candía, desarrolló gran parte de su obra en la ciudad donde hoy tiene su museo y donde se exhibe, quizás, su obra de mayor renombre, El Entierro del Conde de Orgaz (que tal parece no eran tan conde...).

La proyección tuvo como foco principal la obra del Greco. Entre juego de luces y música, las figuras alargadas, delgadas y expresivas del pintor  se daban  forma como si a lienzo y pincel pudieran cobrar vida de nuevo (Véase vídeo).

Este griego, El Greco, a quien la ciudad imperial sigue rindiendo el homenaje que comenzara el año pasado con motivo de la celebración de su  centenario, con formación bizantina, renacentista y manierismo-pictóricamente hablando- dejó para el recuerdo obras que, siglos después y  plasmadas sobre edificio de piedra, lucen así:
¡¡¡Comienza el espectáculo¡¡¡
























La obra del Greco, arte , como Toledo. Durante unos minutos, el arte da luz a una ciudad que es, por sí sola, deslumbrante.

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