lunes, 28 de marzo de 2016

¡Hola, Bonita¡



¡Hola, Bonita¡:

Cuando sonaba el teléfono y al otro lado escuchaba "hola, bonita", no hacía falta preguntar nada más. Ya sabía que eras tu y hoy, soy yo la que te dice: hola, bonita.
Nos conocimos hace muchos años,( pero tranquila, no te enfades que no voy a decir cuantos, para que nadie sepa la edad que tenemos tu y yo, que como has dicho siempre, a una mujer nunca se le pregunta la edad), en ese entonces, para mi,  eras solamente la madre de un chico que estudiaba en el mismo colegio que yo y te has ido, siendo parte mami, parte amiga, parte hermana mayor... no sé, muchas cosas.
Había pedido a febrero que hiciera cosas buenas, y las hizo. Nos trajo la vida de esperanza que tanto llevabas esperando. Casi no me podía creer lo que me estabas diciendo la última vez que hablé contigo.
Bueno, lo  de "te quiero" ( que ha sido lo último que te escuché) sí me lo creí y además ayer, cuando fuí a estar contigo y a no verte, todo el mundo me lo dejó más que claro.  Te has pasado contando tantas maravillas de mí¡¡.
 A marzo, le pedí que siguiera haciendo cosas buenas, pero creo que no me entendió... y tu, decidiste irte en una fecha demasiado importante para mí. Dicen que todo pasa por algo.
También lo decías tu.
Cuando venías de un viaje largo en coche, relajada y tranquila siempre decías "ahora me iría yo a Barcelona", porque te sonaba demasiado lejos- como realmente está- y precisamente ha sido allí donde te has marchado.
A mí, me llevaron la velocidad de las vías, hasta la mole del hospital donde llegamos la primera vez, pero ahora con mucha menos ilusión que aquella y con menos ganas de bromas también. Acuérdate que nada más llegar ya querías buscarme una pareja porque todo tu empeño siempre fué verme feliz. Menos mal, que al final mi elección te gustó tanto como si la hubieras elegido tu.¡¡ Que eso también me lo han contado¡¡.
Y lo que nos reímos cuando los médicos pensaban que éramos madre e hija , tan convencidos, que tu no querías sacarles de duda. O cuando les contabas que nos iríamos a Cuba y que no pararías de bailar...
El viaje no es a Cuba, pero espero que sea el paraíso que mereces conocer.
Yo te dejo esta foto de nuestra última parada juntas. ¡Qué contentos volvíamos los tres¡


No te enfades conmigo, pero hoy estoy un poco triste. Yo sé  que no te gusta nada, pero esta vez tengo un motivo de mucho peso. Pero también estoy agradecida, mucho a Dios por haberte puesto en mi camino, a la vida por el tiempo que nos ha dado y a tí por tanto, por todo.
El teléfono volverá a sonar y no escucharé el timbre de tu voz, pero siempre estará en mi corazón ese último te quiero- que lo fué para las dos- y tu hola, bonita, que aunque tu "adeu" catalán ya te salía bastante bien, a mí nunca me gustó su significado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario