Sorpreshola¡¡¡
Buenos días y feliz martes¡¡¡
¿Cómo van transcurriendo los días?, ¿Novedades
importantes?
¡¡Espero que de
haberlas, sean muy buenas y positivas.¡¡
Feliz, muy feliz ha comenzado esta semana para esa pareja
que acaba de estrenarse como papás. Por fin y después de dos días largos, Sara
ya ha llegado. Y eso que ,en la pícara inocencia de uno de los duendecillos que
tenemos por aquí, un nacimiento es algo tan
sencillo como ir al hospital para que te den un bebé. La tarde noche de ayer, la pasamos pegados al
teléfono esperando ver su carita. Horario descontrolado... ¿Será que por eso hoy
me cuesta más ponerme con mis obligaciones?.
En cualquier caso, intuyo que la mañana del martes va a
ser de relax, dejando por un momento la materia de costes, los organigramas,
las fórmulas y los gráficos varios. Creo
que me voy a dedicar a dejar volar mi imaginación, ( a ver hasta dónde es capaz
de llegar), no por nada, sino por empezar a poner en práctica alguna de las
ideas de Elsa Punset para vivir con
nuestras emociones. ¡¡¡Las mías están siendo tan diferentes y tantas en estos
tiempos , que me cuesta saber cómo manejarlas¡¡¡ será quizás , por la falta de
costumbre , que carezca de soltura con ellas .He de averiguar si con las
rutas que Elsa marca es posible alcanzar
algún logro.
Por mucho que me diga mi amiga Inma , que el cambio es
evolución, a mí me cuesta adaptarme a ello, sobre todo si el cambio llega de
una manera sin previo aviso y no siendo del total de mi agrado. Porque hay
cambios y cambios, claro está.
¿No os ha pasado nunca tener que aceptar un
cambio, casi por imposición?... mmmmm… ¡¡¡Puede ser que no me considere demasiado permisiva con aspectos que puedan
escaparse a mis entendederas, jajaja ¡¡¡¡
Uuuuuu, ¿Pues no es todo un cambio continuo?, Seguramente sí, pero son los que
no están dentro de una rutina los que marcan de forma excepcional.
Claro que, otros cambios vienen innatos en nosotros con
el paso de los años, porque la experiencia de la vida es un grado que solemos
utilizar para desarrollarnos, comunicarnos y seguir campando por ella,
corrigiendo en muchos casos los errores pasados.
Lo que sí es obvio es que los cambios, de una forma u otra, actúan para marcar una
diferencia. De nosotros dependerá que resulte buena, mala o simplemente una ligera
mochila que nos ayude a comprender y gestionar.
Estos días he leído una cita, no de Lope, sino de un
Shakespeare con algo más de castellano que aquel, pero que, a mi entender, además
de simplificar la base del cambio puede englobar también más complejidad . Pues
bien es cierto que “La diferencia está
en la esencia”.
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