martes, 17 de septiembre de 2013

La diferencia está en la esencia

Sorpreshola¡¡¡

Buenos días y feliz martes¡¡¡
¿Cómo van transcurriendo los días?, ¿Novedades importantes?
 ¡¡Espero que de haberlas, sean muy buenas y positivas.¡¡
Feliz, muy feliz ha comenzado esta semana para esa pareja que acaba de estrenarse como papás. Por fin y después de dos días largos, Sara ya ha llegado. Y eso que ,en la pícara inocencia de uno de los duendecillos que tenemos por aquí, un nacimiento  es algo  tan sencillo como ir al hospital para que te den un  bebé.  La tarde noche de ayer, la pasamos pegados al teléfono esperando ver su carita. Horario descontrolado... ¿Será que por eso hoy me cuesta más ponerme con mis obligaciones?.
En cualquier caso, intuyo que la mañana del martes va a ser de relax, dejando por un momento la materia de costes, los organigramas, las fórmulas y los gráficos varios.  Creo que me voy a dedicar a dejar volar mi imaginación, ( a ver hasta dónde es capaz de llegar), no por nada, sino por empezar a poner en práctica alguna de las ideas de Elsa Punset  para vivir con nuestras emociones. ¡¡¡Las mías están siendo tan diferentes y tantas en estos tiempos , que me cuesta saber cómo manejarlas¡¡¡ será quizás , por la falta de costumbre , que carezca de  soltura con ellas .He de averiguar si con las rutas que Elsa marca  es posible alcanzar algún logro. 


Por mucho que me diga mi amiga Inma , que el cambio es evolución, a mí me cuesta adaptarme a ello, sobre todo si el cambio llega de una manera sin previo aviso y no siendo del total de mi agrado. Porque hay cambios y cambios, claro está.

 ¿No os ha pasado nunca tener que aceptar un cambio, casi por imposición?... mmmmm… ¡¡¡Puede ser que no me considere  demasiado permisiva con aspectos que puedan escaparse a mis entendederas,  jajaja ¡¡¡¡ Uuuuuu, ¿Pues no es todo un cambio continuo?, Seguramente sí, pero son los que no están dentro de una rutina los que marcan de forma excepcional.
Claro que, otros cambios vienen innatos en nosotros con el paso de los años, porque la experiencia de la vida es un grado que solemos utilizar para desarrollarnos, comunicarnos y seguir campando por ella, corrigiendo en muchos casos los errores pasados.
Lo que sí es obvio es que los cambios,  de una forma u otra, actúan para marcar una diferencia. De nosotros dependerá que resulte buena, mala o simplemente  una  ligera mochila que nos ayude a comprender y gestionar.

Estos días he leído una cita, no de Lope, sino de un Shakespeare con algo más de castellano que aquel, pero que, a mi entender, además de simplificar la base del cambio puede englobar también más complejidad . Pues bien es cierto que “La diferencia está en la esencia”.

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