Sorpreshola¡¡:
¿Qué os parece la aventura?, ¿Os atrevéis con ella?.
Yo creo que hay muchas formas de vivir una aventura, no
pienso que sea necesario irse a la selva, montar en globo, perderse en el
desierto o echar a andar en un coche que no tiene gasolina. Se puede vivir una
aventura de una forma mucho más simple, el mero hecho de salir de casa ¡¡ya lo
es¡¡.
Desde que tengo conocimiento, mi vida ha transcurrido entre
autobuses, coches, trenes y maletas ( Qué te gusta una maleta¡¡, me solía decir
un amigo).A simple vista puede parecer algo fantástico, a veces lo es, pero no
hay que dejarse llevar por las apariencias. Los viajes a los que me refiero no
son vacacionales, ni mucho menos. Casi siempre he tenido que moverme por
motivos de estudios o de trabajo y siempre he estado sola, (a diferencia de las
pequeñas escapadas que he tenido a lo largo de mi vida y que ya os iré
contando). Y aunque como ya he dicho, estos viajes no han sido de ocio, sí han
supuesto para mí una aventura en su gran mayoría. Empezando por tener que subir
a un autobús con destino conocido pero donde nunca has estado, sin saber si la
persona que tiene que ir a buscarte (y que por supuesto no conoces) estará
realmente presente para recogerte. O hacer una maleta para plantarte a cientos
y cientos de kilómetros de casa en un lugar del que solo conoces que su gente
tiene ligero acento en su castellano parlante, sin conocer a nadie ni nada de
la zona (por llamar de algún modo a una autovía por donde no pasaba ni el
tiempo).
Pero todas esas cosas al final tienen su recompensa.
Personal, laboral… Qué más da¡¡, es recompensa al fin y al cabo. Aprendes a
convivir, a compartir, a valorar, a ser más confiada y a tener más capacidad de
relacionarte con los demás. Eso puede llegar a darte algo muy gratificante, la
amistad. Creo que de estas aventurillas, he sacado las mejores de las amistades
que tengo hoy en día. Eso es también precisamente lo que hace más duro tener
que abandonar los lugares por donde pasamos; las personas que dejamos allí de
donde volvemos a marcharnos. Hoy en día con las tecnologías , parece como si no
nos hubiéramos marchadooo¡¡¡. Si prácticamente de la primera aventura saqué un
provecho impresionante(tengo una prolongación de mí en mi querida amiga y
confidente ¡¡¡y apunto de hacerme tita por segunda vez¡¡¡), de la última no os
podéis imaginar¡¡¡¡¡. Cuando llegué a mi penúltimo destino, (lo de último no me
gusta) no tenía nada que no fuera a mí¡¡, no amigos, no conocidos, no
contactos…lo normal también en estos casos, por que sino no hubiera sido una
aventurilla. Cuando salí, el cuento había cambiado demasiado y en mis maletas
apenas si pude meter tantos buenos momentos, tantos malos, tantas risas, tantas
charlas, tantas conversaciones que me ayudaron enormemente, tanta alegría, tanta
pena, tantas vivencias… ¡¡tanta amistad¡¡.
Marzo 2013. Con un buen ¡¡cacao¡¡ y mejor compañía. |
Creo que me traje toneladas de caja
de cartón y no pude meter todo¡¡¡. La verdad es que me costó mucho llegar hasta
allí por lo que dejaba atrás, pero supuso más tener que salir de allí
precisamente por el mismo motivo. Ahora, que el tiempo pasa y la experiencia
adquirida es un grado, las cosas se ven de otra forma totalmente diferente.Inevitable
echar la vista atrás para recordar a esas personas que me acompañaron en los
momentos que viví. Y no sentir un poco de nostalgia. Y difícil también poder
definir cómo apenas varios cientos de kilómetros pueden hacer que la vuelta sea
tan dura, pero fácil de comprender que es por esas personas por la que la
vuelta es precisamente, el largo camino a casa.
Marzo 2013. El último de los líos. No estamos muy favorecidas, pero estamos graciosísimas. Y por supuesto en las dos ilustraciones, no están todos los que son. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario